Comencemos por definir la homosexualidad, ya que en varios estudios se ha prestado a confusión entre si pensar o ser homosexual es lo mismo. La homosexualidad se define como el sentir atracción hacia otra persona del mismo sexo, de forma emotiva, romántica, sexual y afectiva.
A pesar de que ya sintamos que estamos en una sociedad más avanzada donde la inclinación sexual es libre, el rechazo u homofobia sigue existiendo en grandes números. Y en muchos casos, el ser homosexual incluso en un país donde el matrimonio entre el mismo género sea legal, sigue siendo razón de rechazo, discriminación y juicios.
Según estadísticas, alrededor de unos 70 países prohíben la homosexualidad en términos legales y en 8 países se castiga con pena de muerte. Mientras que son más de 25 los países que han aprobado el matrimonio homosexual. Y por su parte, en España se considera que hay un 6,9% de población homosexual.
Por qué existe el rechazo a ser homosexual
La razón común de discriminación o rechazo es por el considerar que la homosexualidad no es “normal” o natural en el humano, o incluso pueden llegar a catalogarla como una enfermedad. Puesto que la sociedad nos impone conceptos de amor y familia teniendo como base parejas heterosexuales. Pero la verdad es que, científicamente hablando hay evidencias de estudios que demuestran que la homosexualidad es de carácter innato, es decir, está determinada por factores genéticos, biológicos, y por supuesto, ambientales. Así como se tiene la prueba de que en animales es algo muy común también.
Concluyendo, con base científica, que la homosexualidad es igual de natural que la heterosexualidad. Teniendo como única diferencia, que esta última es más frecuente que la homosexualidad.
Este rechazo o falta de aceptación, se conoce como homofobia. La cual se define como el miedo, rechazo, aversión y odio hacia las personas homosexuales, sean hombres o mujeres. Se ha demostrado que las personas que la sienten experimentan sensaciones físicas de rechazo o repulsión, entre ellas agitación psicomotora que puede llevar a la agresión física, así como incomodidad psicológica ante homosexuales.
A pesar de que este término se asocia comúnmente a personas que no se consideran homosexuales, también existe la homofobia internalizada, la cual se presenta cuando una persona que tiene estas inclinaciones afectivas y sexuales no logra aceptar o entender esto que experimenta. Muchas veces puede estar causada por el mismo rechazo o miedo que la sociedad inculca por ejemplo a los jóvenes.
Consecuencias del rechazo externo o interno a la homosexualidad
Normalmente estos sentimientos o síntomas pueden comenzar a aparecer desde la adolescencia, ya que es aquí cuando con la llegada de la pubertad se da el despertar sexual, el cual consiste en experimentar, conocer y descubrir su inclinación sexual. Muchos jóvenes pueden comenzar a sentir inclinación hacia la homosexualidad y reprimirla, trayendo como consecuencia:
- Ansiedad y angustia.
- Depresión.
- Mayor probabilidad de suicidio.
- Estrés.
- Aislamiento social.
- Mayor probabilidad de autolesionarse.
- Sentimiento de rechazo o discriminación.
- Vergüenza.
- Miedo al rechazo.
- Tendencia a abusar de sustancias, como por ejemplo, el alcohol.
- Frustración.
- Problemas afectivos.
- Trastorno del estado de ánimo.
Estos efectos se han detectado incluso en personas que ya han aceptado su inclinación sexual, pero que aun así siguen sintiendo rechazo social.
Si bien eres homosexual o heterosexual es deber de todos informarnos de este tema, ya que el conocimiento es una herramienta poderosa para entender y comenzar a aceptar a los demás o aceptarnos, en niveles donde psicológicamente sea beneficioso para todos.
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