El Pensamiento Contrafactual, es el tipo de pensamiento cognitivo que siempre nos acompaña más que todo cuando imaginamos otro resultado distinto al real.
Es decir, este tipo de pensamientos se activa cuando existe un objetivo no alcanzado o meta fallida.
Cada vez que usamos los términos “casi” o por “poco” son de tipo Pensamiento Contrafactual. Que nos lleva a ver destinos distintos al real.
Por ejemplo: “casi que no llego a tiempo a tomar la cita”, “por poco me cierran la puerta de la tienda”.
Estos tipos de pensamientos son útiles cuando son tomados de forma positiva, para tomar experiencias del error cometido y no volverlo a hacer.
En cambio, cuando son negativos pueden llevarnos a la insatisfacción y el remordimiento por lo que pudo ser, pero no fue.
Asimismo, estos tipos de pensamientos pueden ser positivos cuando afirmamos “pudo haber sido peor”.
El Pensamiento Contrafactual se puede clasificar de tipo:
- Ascendente:
Es el pensamiento positivo cuando comparamos de forma directa una situación real negativa con una alternativa que consideramos mejor.
“Si me hubiera preparado mejor para el examen, habría obtenido un mejor resultado en la calificación.”
Este tipo de pensamiento es positivo, ya que nos ayuda a mejorar dándolos un tipo de experiencia.
- Descendente:
Es un tipo de pensamiento contrafactual que se centra en los resultados negativos.
En el que comparamos una situación real positiva con una posibilidad que consideramos peor.
“Si hubiese llegado un poco más tarde a la entrevista de trabajo no me habrían contratado”.
De igual forma se puede clasificar al pensamiento contrafactual de acuerdo a nuestra imaginación que puede ser:
- Pensamiento fantástico:
En él que nuestra creatividad toma un rol importante alterando significativamente la realidad para imaginar resultados diferentes.
Por ejemplo: “Si hubiese tenido alas, evitaría este atasco”. Este tipo de pensamiento lo que hace es más que todo liberar una situación estresante.
Ayuda a calmarnos momentáneamente, imaginando resultado mejor, aunque sepamos que es imposible.
- Pensamiento real:
En este tipo de Pensamiento Contrafactual, no altera la lógica ni la realidad. Sino que incluye pequeños cambios.
Por ejemplo: “si hubiera llegado 10 minutos antes habría cogido el autobús. O “mejor fuera sido que me hubiera callado y evitar este conflicto”.
Del mismo modo, según el tipo de solución alternativa que ideemos:
- Pensamiento aditivo:
En este caso añadimos antecedentes al evento pasado, por lo común para mejorar los resultados.
Por ejemplo: “si me hubiera comprado esa herramienta adecuada, habría terminado antes el trabajo”.
- Pensamiento sustractivo:
En este tipo de pensamiento eliminamos hechos del evento pasado, para reconstruir otra versión de la realidad.
Por ejemplo: “Si no me hubiera quedado hablando con la gente habría llegado a tiempo”.
Los pensamientos contrafactuales tanto aditivos como sustractivos suelen ayudar a facilitar a la generación de nuevas ideas. Brindando soluciones para el futuro.
Para terminar, el pensamiento contrafactual puede ser según el tipo de acción:
- Pesar por la acción:
Cuando expresamos pesar, en el cual deseamos que mejor hubiera sido no haber hecho algo. Por ejemplo: “Tendría que haberme callado”.
- Pesar por la inacción:
Cuando expresamos que mejor hubiera sido haber hecho algo. Por ejemplo: “debí de haber tomado la iniciativa.”
Como Usar El Pensamiento Contrafactual De Manera Positiva.
Dependiendo de cómo le demos uso al pensamiento contrafactual, puede ser una gran herramienta o por el contrario puede darnos sentimientos de angustia.
Las personas que son optimistas en efecto, tienen un pensamiento contrafactual de tipo ascendente.
En el que le ayudan a no volver a repetir errores y prepararse mejor para el futuro.
Incluso, también utilizan el pensamiento contrafactual descendente para celebrar de haberse salvado de un destino peor al sucedido.
Por el contrario, las personas pesimistas terminan culpándose. En el que estos pensamientos son más bien detonantes de estados emocionales negativos.
Conclusión.
Para finalizar, lo mejor es utilizar el pensamiento contrafactual de manera constructiva y positiva.
Tener en claro que el pasado ya no existe, y que solo nos queda aprender de nuestros errores y prepararnos mejor para el futuro.
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