¿Cómo cuidar las emociones de los niños?

Tu psicologo en tenerife

Las emociones de los niños son  la garantía de su bienestar y son las que van a influir en su salud social y física. Un niño emocionalmente sano es un niño feliz y un futuro adulto feliz.

Los niños y sus emociones son frágiles su fortaleza parte de una educación emocional que aporte cobertura a las necesidades emocionales y afectivas del niño que es enseñada por los padres en los primeros años de vida

Cuando se logra satisfacer las necesidades emocionales de forma correcta el niño crece sin carencias afectivas y puede desarrollar su inteligencia emocional fácilmente.

Algunos problemas en las emociones de los niños más frecuentes son:

  • La poca tolerancia, a muchos niños les cuesta asumir las normas y los límites
  • Reprimir sus sentimientos
  • Poca interacción social
  • Aislamiento constante y miedo a equivocarse
  • Poca empatía

Estos problemas si bien son fáciles de identificar, no siempre son tomados en cuenta como se debería y lo asociamos a la edad.

Pero la realidad es que estos problemas pueden generar daños emocionales permanentes que lo acompañara hasta su vida adulta.

¿Qué hace para  cuidar las emociones de los niños?

Lo principal es enseñar al niño que lo que siente es parte de su crecimiento y es normal. Y fomentarlo mostrando tu cariño de forma explícita así el niño ha de percibirse querido y aceptado.

Aceptar y respetar sus emociones para que ellos también lo hagan y  aprendan a regularlas. El no aceptar las emociones de los niños, puede generar impotencia,  frustración y estrategias inadecuadas de regulación

Tener la capacidad de cubrir sus necesidades afectivas, esto ayuda a que el niño crezca confiando en sus personas de apego y crece seguro de que sus necesidades serán atendidas.

Establecer límites claros entre el cariño y las responsabilidades que debe tener para un crecimiento saludable

Un niño emocionalmente sano es un niño feliz, que se adapta a su entorno, con una sana autoestima y capaz de enfrentarse a los problemas y adversidades.

Cuidar las emociones de los niños es una tarea de todos los adultos, y es recomendable contar con un especialista en el área para una mejor atención.

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